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Transitoriedad



Cuando conocí a mi maestro y su "partida" de aprendices me llamó muchísimo la atención la manera en como se saludaban y se despedían; eran por lo general muy corteses y educados con todas las personas pero, entre ellos, las muestras de afecto destacaban por su calidez y carga de emotividad, es decir, se despedían y se saludaban con abrazos fuertes, prolongados. Cuando alguna persona era aceptada y presentada a su circulo interno se le recibía de la misma manera y te hacían percibir en verdad un cariño y un amor pocas veces experimentado en el trato social cotidiano.

Eso lo observé durante algún tiempo, yo mismo me volví participe y receptor de esas muestras de cariño sin siquiera dudarlo pues, la verdad sea dicha, me transmitían un cariño y amor sincero, verdadero

Durante el tiempo que duró nuestra relación me dejaría una de las más profundas y hermosas enseñanzas que haya podido aprender, tan ligera y sutil, tan sublime en su simpleza, que duele ver cómo nadie es cabalmente consciente de ella. Un día, ya rebasado por la duda, le pregunté el porqué de esa conducta,  su respuesta me dejó frío, pues no la esperaba.

- Porque te vas a morir, me dijo.  ¿Cómo que me voy a morir?. - ¡Sí, pendejo! te vas a morir, igual que todos aquí, y por eso cada abrazo cuenta, porque no sabemos si quizás sea el último que podamos darnos. No sabes si vas a morir de viejo o en los próximos cinco minutos ahogado por un puto hueso de pollo.

Bajo la premisa de la muerte inminente, fría e inevitable me enseñó que para tener una vida con sentido y propósito era necesario cultivar varias virtudes fundamentales:

  • Humildad: Aceptarnos tal como somos, con una visión objetiva libre de juicios vanos e inútiles, no para lamentarnos sino como motor para cambiar y mejorarnos a nosotros mismos.
  • Nulidad: Aceptar que en la inmensidad de la creación, en el infinito misterio en el cual estamos inmersos, somos nada y el Ego humano, frágil y pendejo, no tiene cabida.
  • Desapego: Nacimiento y muerte son un misterio, no sabemos de dónde venimos y mucho menos a dónde vamos, nada nos pertenece, todo pasa. Aprende a no llevar cargas, cuando partas, sólo te llevarás la consciencia que hayas acumulado. 
  • Fe: Cree, porque sí, porque hay que creer. Cree con base en aquello que has experimentado y validado por tí mismo, aléjate de la infantil credulidad que adormece las consciencias. Aquel que cree, crea.
  • Esperanza: Confía en la promesa de aquellos que transitaron la vida en virtud y nos dieron la certeza, con su ejemplo, de que la vida vale la pena ser vivida.
  • Amor: Ama, "Ama a quien se te de tu chingada gana", porque sólo el Amor es perfecto, consciente, permanente, inalterable e inmortal.

No dejes para después todo aquello que tu corazón reclama, haz aquello que te llene de dicha, abraza y reúnete con tus seres queridos, perdona y suelta, di lo que te molesta, mantén el dialogo, pide con firmeza al universo y lucha cada segundo por aquello que sabes que mereces.

Namasté 🙏🏼📿🕉️🔥☀️

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