¿TE DEJAS CAER?
¡Saludos mis queridos amigos y
lectores! Hoy quiero compartir contigo un tema que ya venía masticando desde
hacía tiempo y justamente ayer me sugirieron que hablara sobre él.
LA AUTOCOMPASIÓN
En el post “NO ESTÁS DEPRIMIDO, ESTÁS DISTRAÍDO” vimos que la depresión es
un estado natural generado por diversos factores de carácter tanto interno como
externo y que, en circunstancias normales, es un estado asociado al desgano y apatía
provocado por la fuerza de la rutina.
Este estado de depresión es más o
menos salvable y existe toda una amplia gama de soluciones para salir del mismo,
restablecer el equilibrio y regresarle el brillo y alegría a la vida.
Mencioné también que existen estados
depresivos de tal profundidad y magnitud que llegan a convertirse en una
patología y son sólo manejables por medio de ayuda profesional.
Pudiera
llegar a confundirse la depresión con la autocompasión pues en esta última
suele encontrarse todo el cuadro sintomático de una depresión, la gran diferencia
entre amabas radica en su origen, mientras que la depresión puede ser causada por
decepción sentimental,
algún accidente o tragedia, la pérdida de un ser querido, recibir malas noticias o la rutina, la compasión está basada en un sentimiento
de necesidad de consuelo, merecimiento o cuidado.
Una frase
que define muy bien este sentimiento es aquella que dice que hay gente que: “se deja caer para que la levanten”. Las razones
por las cuales una persona cae y se afianza en esta conducta puede ser variada,
la cuestión que a nosotros nos atañe es que es uno de los enemigos mortales del éxito.
Si lo que
pretendes es alcanzar el éxito y tu felicidad deberás ser bien consciente de
algunas conductas y pensamientos, y darte cuenta si no estás cayendo en esta actitud.
Dejarse llevar por la autocompasión es el primer paso para caer en una
actitud perdedora. Si quieres saber si estás autocompadeciéndote
lee las siguientes frases:
·
Pobre de mí.
·
Nadie me comprende
·
Deberían ayudarme
·
La vida es injusta
conmigo
·
Merezco
que me apoyen
·
¡Es
tan difícil!
·
Yo
no merezco que me traten así
¿Te sonó familiar? Si es así muy
probablemente asumes con frecuencia el papel de víctima
ante las situaciones adversas y esperas a que alguien o algo vengan a
resolverte los problemas.
Es tiempo de que te desengañes y te
des cuenta de que la solución a las dificultades está en ti,
que si en verdad estás tratando de encontrar el camino a la realización de tus
metas deberás emprender el camino para lograr una actitud ganadora y desterrar
de una vez por todas la autocompasión y dejar de pretender que otros te
resuelvan la vida.
Llegar al punto de la no compasión
es un sentimiento liberador, es hacerse responsable por lo que uno es y hace,
es dejar de lado las cadenas que nos mantienen sujetos al fracaso, soltar los
lastres que nos impiden avanzar con ligereza hacía nuestros sueños; dejar de
sentir compasión por uno mismo es haber obtenido una autoestima firme y
poderosa, es confiar en los propios recursos y tener la certeza de que, si
nuestro objetivo es sincero, verdadero y nos llena de pasión y alegría, habremos de llegar a él por virtud del
esfuerzo realizado con nuestras propias manos.
Recuerda:
“La autocompasión es hacer a otros responsables de nuestra propia felicidad”. Tonathiu Estrada
¿Eres
víctima de las circunstancias? ¡Levántate y actúa!
Escrito por: Tonathiu
Estrada
Jueves, 29 de agosto del
2013
León,
Guanajuato, México
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