NO ESTÁS DEPRIMIDO |
La depresión es algo que todos hemos vivido. A veces la carga del mundo se vuelve casi imposible de sobrellevar y nos sentimos a punto de ser triturados bajo su peso. De vez en cuando la tristeza hace presa de nosotros y no quisiéramos más que quedarnos en la seguridad de nuestro hogar, envueltos en cobijas, sin saber nada del mundo exterior.
La depresión es un estado emocional y mental caracterizado por una sensación general de abatimiento, infelicidad y en ocasiones hasta culpa. Cuando nos encontramos en ese estado, pareciera que todo es gris, no somos capaces de disfrutar las cosas bellas de la vida, y la alegría se convierte en una emoción esquiva, que pareciera escapar a propósito de nuestras manos. Salir a la calle es una "misión imposible”; todo va a salir mal, la gente que nos rodea es mala y nos quiere dañar; nosotros mismo somos unos inútiles, incapaces de cualquier buen resultado, la dicha nos ha sido negada y, en casos extremos, podemos llegar a pensar y sentir que es mejor poner fin a todo.
Afortunadamente, tú ya sabes que ¡ESO NO ES VERDAD! La depresión, al igual que muchos estados emocionales, surge de maneras naturales en nuestro ser como resultado de nuestro mismo biorritmo, también puede tener su origen en alguna decepción sentimental, algún accidente o tragedia, la pérdida de un ser querido, recibir malas noticias e incluso LA RUTINA. Esta última, en mi experiencia, suele ser la principal culpable de la “depresión”, como estado de ánimo natural que surge de vez en cuando en todos nosotros y no la “depresión grave o severa”, que tiene orígenes patológicos.
El resultado de nuestras conductas y reacciones tiene su asiento en el “inventario” que hemos adquirido desde que nacemos, nuestro carácter y nuestra actitud se refuerza con esa información, con toda aquella que vamos recabando y a la cual le damos importancia o en la cual ENFOCAMOS NUESTRA ATENCIÓN.
En el post “ATENCIÓN = CALIDAD = ÉXITO” expliqué que:
Hemos visto también que con el transcurso del tiempo las actividades que realizamos suelen mecanizarse hasta convertirse en hábitos o costumbres que realizamos de manera automática, sin atención de nuestra parte; suceden sin la intervención real de nuestra voluntad. Aquí es donde yace el poder destructor de la rutina, pues cuando esta se afianza en tu vida, todo se vuelve igual, nada tiene sentido, la chispa se pierde y aquello que al principio te excitada, entusiasmaba y llenaba de alegría, se torna algo aburrido, soso, igual.
La depresión es un estado emocional y mental caracterizado por una sensación general de abatimiento, infelicidad y en ocasiones hasta culpa. Cuando nos encontramos en ese estado, pareciera que todo es gris, no somos capaces de disfrutar las cosas bellas de la vida, y la alegría se convierte en una emoción esquiva, que pareciera escapar a propósito de nuestras manos. Salir a la calle es una "misión imposible”; todo va a salir mal, la gente que nos rodea es mala y nos quiere dañar; nosotros mismo somos unos inútiles, incapaces de cualquier buen resultado, la dicha nos ha sido negada y, en casos extremos, podemos llegar a pensar y sentir que es mejor poner fin a todo.
Afortunadamente, tú ya sabes que ¡ESO NO ES VERDAD! La depresión, al igual que muchos estados emocionales, surge de maneras naturales en nuestro ser como resultado de nuestro mismo biorritmo, también puede tener su origen en alguna decepción sentimental, algún accidente o tragedia, la pérdida de un ser querido, recibir malas noticias e incluso LA RUTINA. Esta última, en mi experiencia, suele ser la principal culpable de la “depresión”, como estado de ánimo natural que surge de vez en cuando en todos nosotros y no la “depresión grave o severa”, que tiene orígenes patológicos.
El resultado de nuestras conductas y reacciones tiene su asiento en el “inventario” que hemos adquirido desde que nacemos, nuestro carácter y nuestra actitud se refuerza con esa información, con toda aquella que vamos recabando y a la cual le damos importancia o en la cual ENFOCAMOS NUESTRA ATENCIÓN.
En el post “ATENCIÓN = CALIDAD = ÉXITO” expliqué que:
AHÍ DONDE ENFOCAMOS NUESTRA ATENCIÓN ESTÁ NUESTRA INTENCIÓN, Y AHÍ DONDE ESTÁ NUESTRA INTENCIÓN, ESTÁ NUESTRO PODER
ESTÁS DISTRAIDO |
La cuestión principal entonces, no es que realmente estés deprimido, sino que realmente lo que ocurre es que estas distraído. Has perdido el enfoque de las cosas importantes, pequeñas y bellas que hacen que la vida sea una maravillosa experiencia y merezca la pena vivirla. Piensa en todas las cosas que tienes en tu vida. Tienes un trabajo, tienes salud, tu cuerpo físico está bien, no vives en la pobreza extrema, no vives de la caridad, tienes al menos un amigo que te comprende y alienta.
Debes de cambiar el enfoque y la perspectiva de tu vida, decidir de manera consciente las cosas en las cuales vas a enfocar tu atención. Deja de ver el lado negativo; no digo que te encapsules en una burbuja donde vivas ajeno a la desgracia del mundo, estoy diciendo que te enfoques en lo positivo que el mundo tiene para ofrecerte y está a tu alcance para disfrutar de ello.
Las circunstancias adversas sirven para ponernos a prueba, templar nuestro carácter y fortalecer nuestro Espíritu. La desgracia nos enseña de manera dura las lecciones del Amor, la Amistad, la Humildad y el Perdón. No huyas de la adversidad, abrázala con Paciencia y Fe, sabiendo que en esta vida todo es pasajero y las tormentas también ceden.
Ten bien presente, ¡SIEMPRE!, que tú decides en dónde pones tu atención, hacerte infeliz mirando siempre el lado negativo de las cosas es un desgaste y pérdida de tiempo. Te lleva el mismo esfuerzo hacerlo en lo positivo y al menos tienes la garantía de que, si lo haces, tu vida será las más grandiosa de las experiencias; por cada nuevo día, la oportunidad de luchar por tus sueños y conquistar tu felicidad.
Recuerda:
“No estás deprimido, estás distraído”. Facundo Cabral.
Ahora, ¿cómo te sientes?
POR ENCIMA DE TODAS LAS COSAS TE TIENES A TI MISMO. TÚ TIENES EL PODER CAMBIAR LAS CIRCUNSTANCIAS CON LAS CUALES NO ESTÁS CONTENTO, TÚ TIENES EL PODER DE LUCHAR Y TRABAJAR POR CONVERTIR AQUELLAS COSAS QUE NO TE GUSTAN EN CIRCUNSTANCIAS LLENAS DE ALEGRÍA, DICHA Y ÉXITO. NO ES QUE NO SEAS CAPAZ, ES QUE NUNCA LO HAS INTENTADO.
Las circunstancias adversas sirven para ponernos a prueba, templar nuestro carácter y fortalecer nuestro Espíritu. La desgracia nos enseña de manera dura las lecciones del Amor, la Amistad, la Humildad y el Perdón. No huyas de la adversidad, abrázala con Paciencia y Fe, sabiendo que en esta vida todo es pasajero y las tormentas también ceden.
Ten bien presente, ¡SIEMPRE!, que tú decides en dónde pones tu atención, hacerte infeliz mirando siempre el lado negativo de las cosas es un desgaste y pérdida de tiempo. Te lleva el mismo esfuerzo hacerlo en lo positivo y al menos tienes la garantía de que, si lo haces, tu vida será las más grandiosa de las experiencias; por cada nuevo día, la oportunidad de luchar por tus sueños y conquistar tu felicidad.
Recuerda:
“No estás deprimido, estás distraído”. Facundo Cabral.
Ahora, ¿cómo te sientes?
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