“Punto de vista, opinión, ángulo, perspectiva”, palabras que hacen referencia a la forma en cómo una persona percibe el mundo. Cada ser humano tiene un forma bien definida de percibir el contexto en el cual se encuentra inmerso, y el cómo lo hace está determinado por la calidad de información que posee en su “inventario”.
Todos hemos escuchado la frase: “cada cabeza es un mundo” y esto es sumamente cierto. A pesar de que podamos creer que coincidimos en nuestra forma de pensar con muchas personas esto no es así, te explico un poco.
Un médico, un antropólogo, un sociólogo, un psicólogo o un genetista, solo por dar algunos ejemplos, podrían estar en una reunión hablando de cualquier tema, y al preguntarles qué piensan del “hombre” comenzarían las diferencias. Podrán hablar del mismo concepto pero cada quien abordará y tratará de definirlo desde su punto de vista o muy particular área de especialización. Si aumentamos la escala podríamos darnos cuenta por qué suele existir tanto desacuerdo en el mundo… pero ese es tema para otro post.
La cuestión aquí es que, a pesar de que todos podemos llegar a tener una muy particular forma de ver el mundo, todos solemos afrontarlo desde la misma perspectiva: EL EGOÍSMO.
Nos enseñan y educan para ser egoístas y de ahí por qué el mundo es en gran parte lo que es. Todo gira en torno a uno mismo, en recibir, en adquirir, en acumular, en necesitar, en merecer. Desde que nacemos nos vienen diciendo y reforzando de manera constante que “debemos hacer” para “llegar a Ser” y así “poder tener”. Los esfuerzos que venimos realizando están siempre encaminados en llegar a obtener algo, siempre algo… cada vez más grande y mejor.
Nos enseñan a ver el mundo de afuera hacia adentro, nos meten en la cabeza que los satisfactores se encuentran afuera y hemos de salir a conseguirlos para así poder sentirnos plenos y ser felices. Hemos crecido en una sociedad que se perpetúa a sí misma en el consumismo desenfrenado y sin sentido, olvidándose por completo de lo más importante: EL INTERIOR.
ES TIEMPO DE CAMBIAR ESA INERCIA, esa condición del mundo y de las personas. Es necesario empezar a ver el mundo con nuevos ojos, vaciar lo odres y llenarnos de vino nuevo, derramar el té y llenar la taza con uno de mejor sabor. Hemos de comenzar a cambiar la perspectiva y dejar de lado el egoísmo.
Poca gente lo sabe, y AQUELLA QUE DOMINA ESTE CONOCIMIENTO ES AQUELLA QUE DÍA TRAS DÍA CONQUISTA EL ÉXITO, ALCANZA SUS METAS Y VE SUS SUEÑOS REALIZADOS.
Cuando das y compartes se abren puertas al interior, dejas espacio para que cosas nuevas y mejores penetren en tu esencia y crezcas, te liberas de aquellas cosas que solo estaban estorbando y no te permitían avanzar. No es necesario que “llegues a ser”, te han mentido, ¡tú ya Eres! Y todo lo que necesitas es darte cuenta de ello para despertar a una nueva percepción de la realidad donde todo es posible.
Dicen que “dando es como recibimos” y que “cosechamos lo que sembramos”, créeme que quienes lo dicen no lo hacen “al tanteo”. Debes comenzar a plantearte otro tipo de cuestionamientos que vayan de adentro hacia a fuera y no viceversa, Dejar de pensar en qué necesitas, qué te hará más feliz, cómo obtener más dinero, cómo ser más rico y empezar a preguntarte más bien:
En la medida que empieces a cambiar tu perspectiva y, no solo te plantees estas preguntas, sino que comiences a llevarlas a cabo, tu vida dará un vuelco total. De manera casi mágica las cosas comenzarán a mejorar, la alegría, la amistad, el Amor y la abundancia en todos los aspectos de tu vida se hará patente y podrás contemplar, literalmente, que un nuevo mundo se manifiesta ante tus ojos.
Recuerda:
¿Y tú, cómo ves el mundo?
Todos hemos escuchado la frase: “cada cabeza es un mundo” y esto es sumamente cierto. A pesar de que podamos creer que coincidimos en nuestra forma de pensar con muchas personas esto no es así, te explico un poco.
Un médico, un antropólogo, un sociólogo, un psicólogo o un genetista, solo por dar algunos ejemplos, podrían estar en una reunión hablando de cualquier tema, y al preguntarles qué piensan del “hombre” comenzarían las diferencias. Podrán hablar del mismo concepto pero cada quien abordará y tratará de definirlo desde su punto de vista o muy particular área de especialización. Si aumentamos la escala podríamos darnos cuenta por qué suele existir tanto desacuerdo en el mundo… pero ese es tema para otro post.
La cuestión aquí es que, a pesar de que todos podemos llegar a tener una muy particular forma de ver el mundo, todos solemos afrontarlo desde la misma perspectiva: EL EGOÍSMO.
Nos enseñan y educan para ser egoístas y de ahí por qué el mundo es en gran parte lo que es. Todo gira en torno a uno mismo, en recibir, en adquirir, en acumular, en necesitar, en merecer. Desde que nacemos nos vienen diciendo y reforzando de manera constante que “debemos hacer” para “llegar a Ser” y así “poder tener”. Los esfuerzos que venimos realizando están siempre encaminados en llegar a obtener algo, siempre algo… cada vez más grande y mejor.
Nos enseñan a ver el mundo de afuera hacia adentro, nos meten en la cabeza que los satisfactores se encuentran afuera y hemos de salir a conseguirlos para así poder sentirnos plenos y ser felices. Hemos crecido en una sociedad que se perpetúa a sí misma en el consumismo desenfrenado y sin sentido, olvidándose por completo de lo más importante: EL INTERIOR.
ES TIEMPO DE CAMBIAR ESA INERCIA, esa condición del mundo y de las personas. Es necesario empezar a ver el mundo con nuevos ojos, vaciar lo odres y llenarnos de vino nuevo, derramar el té y llenar la taza con uno de mejor sabor. Hemos de comenzar a cambiar la perspectiva y dejar de lado el egoísmo.
Poca gente lo sabe, y AQUELLA QUE DOMINA ESTE CONOCIMIENTO ES AQUELLA QUE DÍA TRAS DÍA CONQUISTA EL ÉXITO, ALCANZA SUS METAS Y VE SUS SUEÑOS REALIZADOS.
LA FELICIDAD Y ÉXITO SOLO LLEGAN CUANDO APRENDES A DAR
Cuando das y compartes se abren puertas al interior, dejas espacio para que cosas nuevas y mejores penetren en tu esencia y crezcas, te liberas de aquellas cosas que solo estaban estorbando y no te permitían avanzar. No es necesario que “llegues a ser”, te han mentido, ¡tú ya Eres! Y todo lo que necesitas es darte cuenta de ello para despertar a una nueva percepción de la realidad donde todo es posible.
Dicen que “dando es como recibimos” y que “cosechamos lo que sembramos”, créeme que quienes lo dicen no lo hacen “al tanteo”. Debes comenzar a plantearte otro tipo de cuestionamientos que vayan de adentro hacia a fuera y no viceversa, Dejar de pensar en qué necesitas, qué te hará más feliz, cómo obtener más dinero, cómo ser más rico y empezar a preguntarte más bien:
- ¿Qué puedo dar?
- ¿Cómo puedo contribuir a un mundo mejor?
- ¿Qué cosas sé que sean útiles para otras personas?
- ¿Para qué soy bueno y cómo lo puedo compartir?
En la medida que empieces a cambiar tu perspectiva y, no solo te plantees estas preguntas, sino que comiences a llevarlas a cabo, tu vida dará un vuelco total. De manera casi mágica las cosas comenzarán a mejorar, la alegría, la amistad, el Amor y la abundancia en todos los aspectos de tu vida se hará patente y podrás contemplar, literalmente, que un nuevo mundo se manifiesta ante tus ojos.
Recuerda:
"Dar y dar más es la única manera de tener y tener más”. Dale Carnegie
¿Y tú, cómo ves el mundo?
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