Saber decir “No” es una herramienta fundamental para el desarrollo y bienestar de todo ser humano. El no saber hacerlo puede ponerte en situaciones realmente complicadas en las que no habrías caído de saber hacerlo.
Existen personas que suelen ser serviciales, acomedidas, siempre están dispuestas a decir “SÍ” y ayudar a los demás. Esto no tiene nada de negativo en sí mismo pero puede llegar a ser un gran problema cuando esta tendencia está basada en el temor a ser rechazado, la culpa, la duda constante o cuando tenemos una autoestima baja y una débil autoconfianza que prefiere “verterse” en el bienestar de los demás por encima del propio.
Decir “NO” no significa que seas una persona mala, negativa o egoísta; es poseer una confianza en sí mismo bien definida, una plena conciencia de lo que se quiere y estar bien firme en tus convicciones. Por no saber decir “No” es que muchas personas sufren de abusos, sus derechos son violentados, padecen injusticias y se ven inmersos en circunstancias indeseables que los hacen terriblemente infelices.
Decir “No” es una conducta que abarca no solamente el hecho de negarte a realizar alguna conducta que no deseas o aceptar algún tipo de imposición que vulnere tu dignidad o autoestima, esta abarca hasta el hecho mismo de saber distinguir aquellas actitudes, hábitos o costumbres que tú mismo posees y que se contraponen a tus sueños y objetivos.
Es necesario aprender a decir “no” de manera enfática, franca y respetuosa. Negarnos a algo no debe implicar el ser grosero o áspero, muy al contrario, el saber decir “No” es una actitud que debe de hacernos sentir bien, seguros, plenos y por tanto felices, felicidad que se refleja en el trato con los demás. A este tipo de conductas positivas se les conoce como asertivas. Debes por tanto aprender a desarrollar una “COMUNICACIÓN ASERTIVA”, hacer valer y respetar tu opinión.
Se trata de lo que tú eres y lo que conforman tus convicciones, tu felicidad y tu éxito.
La vida misma nos pone de manera constante en situaciones en las que se pone a prueba nuestra convicción e integridad, inmersos en una dinámica social, mantenemos un contacto estrecho con seres humanos cada cual con su muy particular perspectiva del mundo, deseando que los demás la compartan. Ten bien firme qué es aquello en lo crees, por lo que luchas, por lo que cada día te levantas a trabajar y no permitas que tus pasos se desvíen.
Recuerda:
“No tenemos por qué asociarnos a personas que no nos hacen bien, y que nos obligan a pensar que no somos lo suficientemente buenos, y que, si trabajamos duro y somos mejores, tal vez algún día podamos ser suficientemente dignos. Ésa no es la clave... Es hora de decir: Esto me perjudica y debo dejarlo”. Melodie Beattie
¡Aléjate de aquello que no te hace bien!
Existen personas que suelen ser serviciales, acomedidas, siempre están dispuestas a decir “SÍ” y ayudar a los demás. Esto no tiene nada de negativo en sí mismo pero puede llegar a ser un gran problema cuando esta tendencia está basada en el temor a ser rechazado, la culpa, la duda constante o cuando tenemos una autoestima baja y una débil autoconfianza que prefiere “verterse” en el bienestar de los demás por encima del propio.
Decir “NO” no significa que seas una persona mala, negativa o egoísta; es poseer una confianza en sí mismo bien definida, una plena conciencia de lo que se quiere y estar bien firme en tus convicciones. Por no saber decir “No” es que muchas personas sufren de abusos, sus derechos son violentados, padecen injusticias y se ven inmersos en circunstancias indeseables que los hacen terriblemente infelices.
Decir “No” es una conducta que abarca no solamente el hecho de negarte a realizar alguna conducta que no deseas o aceptar algún tipo de imposición que vulnere tu dignidad o autoestima, esta abarca hasta el hecho mismo de saber distinguir aquellas actitudes, hábitos o costumbres que tú mismo posees y que se contraponen a tus sueños y objetivos.
Es necesario aprender a decir “no” de manera enfática, franca y respetuosa. Negarnos a algo no debe implicar el ser grosero o áspero, muy al contrario, el saber decir “No” es una actitud que debe de hacernos sentir bien, seguros, plenos y por tanto felices, felicidad que se refleja en el trato con los demás. A este tipo de conductas positivas se les conoce como asertivas. Debes por tanto aprender a desarrollar una “COMUNICACIÓN ASERTIVA”, hacer valer y respetar tu opinión.
Se trata de lo que tú eres y lo que conforman tus convicciones, tu felicidad y tu éxito.
NO DEBES PERMITIR QUE NADIE PASE POR ENCIMA DE TI, NI SIQUIERA TU MISMO, APRENDE A DECIRTE “NO”
La vida misma nos pone de manera constante en situaciones en las que se pone a prueba nuestra convicción e integridad, inmersos en una dinámica social, mantenemos un contacto estrecho con seres humanos cada cual con su muy particular perspectiva del mundo, deseando que los demás la compartan. Ten bien firme qué es aquello en lo crees, por lo que luchas, por lo que cada día te levantas a trabajar y no permitas que tus pasos se desvíen.
Recuerda:
“No tenemos por qué asociarnos a personas que no nos hacen bien, y que nos obligan a pensar que no somos lo suficientemente buenos, y que, si trabajamos duro y somos mejores, tal vez algún día podamos ser suficientemente dignos. Ésa no es la clave... Es hora de decir: Esto me perjudica y debo dejarlo”. Melodie Beattie
¡Aléjate de aquello que no te hace bien!
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