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¿ACCIÓN O REACCIÓN?

ACTÚA CONSCIENTEMENTE
          
Ser o no Ser, SÍ o No, decir o no decir, actuar o no actuar. Los seres humanos nos debatimos diariamente entre un sinfín de decisiones por tomar, somos sometidos de manera constante a la inevitable presión de estar parados en algún “cruce de caminos” y elegir de manera consciente cuál será el paso decisivo y el camino que habremos de tomar. ¿O No?

            La realidad de las cosas es que, en muy contadas de las ocasiones, esto ocurre de esa manera, la tendencia general es la reacción mecánica e irreflexiva ante los estímulos del medio en el cual nos encontramos. Esta idea suele ser un tanto aversiva o incluso ofensiva para algunas personas, el hecho de que alguien simplemente sugiera la idea de que no tiene la capacidad de actuar a voluntad es muy incómodo.

            Sin embargo, sólo basta un poco de observación y estudio para darse cuenta de que esto es una realidad. Los seres humanos estamos constituidos de una complejísima manera en donde interviene la acción de cuatro tipos diferentes de mentes o inteligencias en todo cuanto hacemos, y si no somos capaces de hacerlas trabajar en armonía, el resultado es el caos y la falta de coherencia.

            Estas mentes están alimentadas desde que nacemos con toda la información que recibimos de nuestro entorno y de las personas que nos rodean, somos como esponjas que absorben todo cuanto les llega y eso permea hasta la esencia misma de nuestro ser, dando paso a la construcción de nuestro andamiaje psicológico, el cual después se convertirá en nuestros patrones de conducta, emociones, prejuicios y creencias que determinarán nuestra conducta.

            Así que, si lo analizas un poco, te darás cuenta que desde que comienzas a tener uso de razón, en tu ser mismo ya está “impresa” y determinada la forma en que has de reaccionar a los estímulos. Tomate un poco de tiempo para observar esta afirmación y verificar por ti mismo si es verdad o no.

            Nuestro condicionamiento es tal que, de manera automática, respondemos a muchos de los eventos que nos acontecen, si alguien te ofende, te molestas y repeles la agresión; si te culpan de algo que no hiciste, te indignas y tratas de defenderte; si vas por la calle y alguien te grita algún insulto, harás lo mismo o te incomodarás; si te ves en una situación embarazosa, te abochornarás, se te subirán los colores al rostro. ¿Qué más ejemplos tienes?

            Podrás creer que estas son reacciones normales y lógicas; sí, lo son, desde la perspectiva del condicionamiento generacional, pero no desde la capacidad de reaccionar de manera consciente y libre. Hay situaciones que requieren del control y la calma de la mente intelectual y sin embargo reaccionamos emocionalmente, de igual manera hay situaciones que requieren la rapidez y visión de la mente emocional y reaccionamos intelectualmente.

            Es por eso que hay una interminable lucha entre lo que se piensa, se dice y se hace. Habrás vivido tú mismo la experiencia de haber tenido un gran enojo y dicho o hecho cosas de las cuales después, al estar calmado y pensar, haberte arrepentido, o que, por haber pasado demasiado tiempo pensando, dándole vueltas a una idea, intelectualizándola, dejaste de hacer o decir algo que requería de acción inmediata, cediste el control a tu mente intelectual cuando realmente necesitabas una reacción emocional.

            De ahí que se diga tanto que “la razón no entiende al corazón” o viceversa, es una manera coloquial de expresar estas ideas.

Para romper este ciclo de reacción mecánica y dar paso a la capacidad de acción consciente es necesario que aprendas la siguiente formula y comiences a aplicarla ¡YA!


EVENTO + RESPUESTA = RESULTADO


            A cualquier evento que se presente habrá siempre una reacción de tu parte y está provocará un resultado inmediato o mediato. Nuestra vida misma es el resultado de las respuestas que tenemos a los estímulos, eventos y sucesos que nos impactan.  Siendo de esta manera resulta imperativo, imprescindible y urgente que comiences a observar cuál es el estado general de tu vida, qué condiciones te rodean y si éstas son las que realmente deseas para ti, si son las que te hacen feliz o, por el contrario, te encuentras muy lejos del lugar que concibes como la felicidad o el éxito.


            Si el resultado actual de tu vida no es tu felicidad, si las cosas que has venido realizando no son aquellas que te están acercando a tus objetivos, cambia la forma en como respondes a los eventos para obtener resultados distintos. Resulta muy obvio ¿No? Mas “del dicho al hecho hay mucho trecho” y muy pocos son los que realmente se atreven a ejercer cambios radicales en sí mismos para cambiar sus circunstancias.


ACTUAR SEGÚN LAS CIRCUNSTANCIAS ES REACCIONAR,

ACTUAR DE MANERA CONSCIENTE Y LIBRE, ES CREAR.


            Medítalo, reflexiónalo, obsérvalo y verifícalo. Pon tu atención en la forma en que reacciones y date cuenta de si estás tendiendo la respuesta correcta al estímulo; cambia la formula, intenta nuevas cosas, experimenta y diviértete en el proceso.


            Verás que salir de lo convencional, no sólo te dará una mayor lucidez en tus pensamientos y emociones, sino que generarás un cambio en tu entorno inmediato.

            Ten presente:


            “No te preguntes cómo pasó algo, pregúntate cómo vamos a responder, qué vamos a hacer con eso que pasó”. Harold S. Kushner



¡Medita tu actuar y ten un hermoso día!



Escrito por: Tonathiu Estrada
Jueves, 21 de febrero del 2013
Guanajuato Capital, México

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